La cerveza, como la que te servimos en nuestro restaurante con menú diario en Ávila, no es fácil de clasificar, ya que puede hacerse dependiendo de muchos factores. En este post vamos a descubrir las tipificaciones más habituales.

La clasificación más sencilla es aquella que diferencia las cervezas dependiendo de su tipo de fermentación; así, existen dos grupos: Lager y Ale. El primer grupo es para las cervezas de baja fermentación, ligeras, claras, con bastante gas y graduación moderada. El segundo es para las de alta fermentación, donde se incluyen también aquellas que han fermentado espontáneamente. Son menos habituales en España, más oscuras, espesas, con poco gas, sabor intenso con bastante gusto a cereal y de mayor graduación.

Según los ingredientes la cerveza se denomina “100% malata” si se ha preparado únicamente con cebada o “cerveza de trigo” si es que se ha combinado la cebada con otros cereales como trigo o avena.

En nuestro Restaurante El Cobijo es habitual escuchar a la clientela pidiendo una “rubia” o una “negra”. Éste es el tercer tipo de clasificación. Así, existe la cerveza ámbar, roja, rubia, negra, etc. También hay un tipo llamada turbia debido a su reducida transparencia. Las cervezas negras especialmente fuertes son denominadas “stout”.

Desde nuestro restaurante con menú diario en Ávila, podemos concluir que todos estos factores se entremezclan entre sí. El color y la translucidez de una cerveza suele deberse a las proteínas en suspensión procedentes del grano. La cebada apenas tiene, por eso las cervezas lager suele ser rubias y claras. También depende del tipo de filtrado o de su ausencia, así como de la levadura en suspensión. Las negras son oscuras debido al uso de maltas tostadas o quemadas.